Situada a 12 Km. aproximadamente de las orillas del Duero, la ciudad conoció, en el s. XVIII, una época de gran prosperidad cuando aquí se producía un "vino fino" que dio origen al famoso vino de Oporto. Ciudad muy antigua, ya los Visigodos en el s. VII elevaron Lamecum a sede de obispado.
Después, tuvo la misma suerte que otras tantas localidades que más tarde serían portuguesas: fue invadida por los Moros, reconquistada por los Cristianos, volvió a ser dominada por el Islam, hasta que en 1057, Fernando Magno de Castilla, bisabuelo de D. Afonso Henriques, la reconquistó definitivamente.
El castillo es una herencia de los tiempos medievales, en lo alto de la ciudad, la catedral y la pequeña iglesia de Santa María de Almacave.
Con la extinción de las Órdenes Religiosas en 1834, la gran influencia que había ejercido la Iglesia a lo largo de muchos siglos se vio restringida pero, en Lamego, existen numerosos templos que revelan el estilo clásico de la época de su construcción, siglos XVI y XVII. Historias contadas en los azulejos que revisten las paredes, pintura sacra y bellas decoraciones en talla de oro añadidas en la época barroca, captaran nuestra atención.
Destacable la Iglesia del Convento de Santa Cruz, con vistas a la ciudad. Y no digamos el suntuoso y monumental santuario barroco dedicado a Nuestra Señora de los Remedios que, a una altura de 600 metros, dicen responde a la llamada de los creyentes fervorosos, concediendo una solución para sus males. Unos valientes hemos trepado por sus inacabables escalinatas pero sin resultados aparentes, allá del cansancio.
En el extremo opuesto y en la misma dirección de la escalinata del Santuario, se yergue un bello palacio del s. XVIII, de un elegante y sobrio Barroco que fue la sede de los obispos de Lamego.
En 1940 este espacio fue restaurado para albergar el riquísimo contenido del Museo de la ciudad, que no pudimos visitar por estar cerrado.
Lo que si hicimos fue degustar en buen manjar que nos han preparado en el Restaurante Detrás da Sé, si, lo recordáis, pues así se llama. Excelente servio el que nos dieran...